Taller de Redacción Periodística
por Pablo Aro Geraldes

21 de noviembre de 2002

Las reglas del idioma y las del medio

Clase 2

Recuperar la costumbre de escribir bien

Periodismo es, ante todo, informar. Un título, unas simples líneas pueden servir para cumplir con este propósito, pero una información más profunda y compleja requiere de un texto más extenso.
Estudios sobre el comportamiento de los lectores indican que un alto porcentaje de ellos recorre el diario con su vista deteniéndose en los títulos y las bajadas, o copetes, sin meterse demasiado en el texto. En las revistas también ocurre algo similar, aunque en menor medida. Si la noticia o el tema lo atraen, repasará los subtítulos, frases destacadas, los recuadros y los epígrafes de las fotos, y solamente si la temática le resultó "seductora" y el diseño lo "invita" a interesarse y las fotografías muestran algo más que lo obvio, se "sumergirá" en el texto para leerlo. Así y todo, el lector "valiente" que se adentre en ese texto tendrá la posibilidad de abandonarlo antes de llegar al punto final.
El éxito de un artículo dependerá del mérito conjunto de las tres patas de la edición gráfica: redacción, fotografía y diseño. Un texto revelador, formidablemente escrito, pero mal "plantado" en una página se transformará en una nota fallida. Lo mismo si las fotografías que acompañan no están a la altura de lo que se narra. Y el periodista, limitado en sus responsabilidades, tiene que exigir que su texto se revista del marco apropiado. Un nota periodística no es una novela ni una página de la guía telefónica, donde la información vale sin importar el diseño. Pero sobre el periodista recae la responsabilidad no menor de escribir un texto atractivo, porque si falla su "pata" de nada servirá el mejor diseño ni las fotografías más reveladoras.
¿Qué tiene que hacer el periodista para no defraudar al lector? Simplemente escribir bien; esto es: utilizar un lenguaje claro, descargado de giros innecesarios, sin pretensiones literarias. Como veíamos la semana pasada, una buena historia se narra con rigor informativo, con el conocimiento profundo del tema a tratar. Las grandes historias se cuentan amalgamando la pasión y el análisis, renegando de la solemnidad y las frases hechas, utilizando apropiadamente los recursos del idioma castellano.

Contenido de la clase 2:

Inicio

Recuperar la costumbre de escribir bien

La puntuación y el uso de los símbolos

Los "malditos" gerundios


El estilo de cada medio


Tarea

La puntuación y uso de los símbolos

La puntuación de los textos pretende reproducir la entonación de la lengua oral. De ella depende en gran parte la correcta expresión y comprensión de los mensajes escritos. La puntuación organiza el discurso y sus diferentes elementos y permite evitar la ambigüedad en textos que, sin su empleo, podrían tener interpretaciones diferentes.
El punto, la coma, el punto y coma, los dos puntos y los puntos suspensivos se escriben siempre sin dejar un espacio de separación con respecto a la palabra o el signo que precede, y separados por un espacio de la palabra o el signo que sigue, a no ser que este sea de cierre.
L os signos dobles, como los de interrogación y exclamación, los paréntesis, los corchetes, las comillas y las rayas que encierran aclaraciones e incisos, todos ellos compuestos por un signo de apertura y uno de cierre, se escriben de la manera siguiente:

a) Los de apertura se separan por medio de un espacio de palabra o signo al que siguen, y se escriben sin espacio de separación con respecto a la palabra a la que anteceden (sin embargo, la raya que introduce la intervención de un personaje en un diálogo se escribe sin espacio de separación de la palabra que sigue).
b) Por el contrario, los signos de cierre se escriben sin espacio de separación con respecto a la palabra o signo al que siguen, separados por un espacio de la palabra a la que preceden y sin este espacio si lo que sigue es un signo de puntuación. Ejemplos:
¿Se trató el asunto en la reunión ?; ¿concretaron algo?
Ya conoces su refrán preferido: «Agua que no has de beber... ».
La boda se celebrará en la parroquia de la Asunción (Bolívar 584), a la una de la tarde.
Cuando decidimos jugar en Estocolmo -una decisión meditada-, el campeonato iba viento en popa.


Uso del punto
El punto (.) señala la pausa que se da al final de un unciado. Después de punto -salvo en el caso del utilizado en las abreviaturas- siempre se escribe mayúscula.
Hay tres clases de punto: el punto y seguido, el punto y el punto final.
a) El punto y seguido separa enunciados que integran un párrafo. Después de un punto y seguido se continúa escribiendo en la misma línea. Si el punto está al fin de renglón, se empieza en el siguiente sin dejar margen. Por ejemplo:
Salieron de gira por Brasil. El viaje será un éxito.

b) El punto y aparte separa dos párrafos distintos, que suelen desarrollar, dentro de la unidad del texto, contenidos diferentes. Después de punto y aparte se escribe en una línea distinta. La primera línea del nuevo párrafo debe tener un margen mayor que el resto de las líneas que lo componen, es decir, ha de quedar sangrada. Por ejemplo:
El mar estaba embravecido aquel día. Los barcos bailaban sobre el agua sorteando las olas con dificultad.
Miguel, sentado en el muelle, esperaba el regreso de su padre. Atisbaba el horizonte buscando ansioso su barco con la mirada.

c) El punto final es el que cierra un texto.

d) El punto se utiliza también después de las abreviaturas. Ejemplos: Sra., Excmo., D.T.

Combinación del punto con otros signos
A menudo es necesario combinar el punto con otros signos que también cierran períodos, como son los paréntesis o las comillas. En estos casos, se coloca el punto siempre detrás de las comillas, corchetes o paréntesis de cierre. Por ejemplo:
Sus palabras fueron estas: «No quiero volver a verte». Después cerró de golpe la puerta del despacho. (Creo que estaba muy enojada).

Uso Incorrecto del punto
Los títulos y los subtítulos de libros, artículos, capítulos, obras de arte, etc., cuando aparecen aislados, no llevan punto final. Ejemplos:
Pantaleón y las visitadoras
Habrá segunda vuelta


Uso de la coma
La coma (,) indica una pausa breve que se produce dentro del enunciado.
Se emplea para separar los miembros de una enumeración, salvo los que vengan precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u. Ejemplos:
Es un chico muy reservado, estudioso y de buen corazón.
Acudió toda la familia: abuelos, padres, hijos, cuñados, etc.
¿Querés Fanta, Pepsi o una Coca?
Cuando los elementos de la enumeración constituyen el sujeto de la oración o un complemento verbal y van antepuestos al verbo, no se pone coma detrás del último. Ejemplos:
El león, el gato y el ratón son animales mamíferos.
De peronistas, de radicales y de militares no quiere ni oír hablar
Se usa coma para separar miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un mismo enunciado, a excepción de los casos en los que medie alguna de las conjunciones y, e, ni, o, u. Ejemplos:
Estaba preocupado por su familia, por su trabajo, por su salud.
Antes de irte, corre las cortinas, cierra las ventanas, apaga las luces y echa la llave.
Sin embargo, se coloca una coma delante de la conjunción cuando la secuencia que encabeza expresa un contenido (consecutivo, de tiempo, etc.) distinto al elemento o elementos anteriores. Por ejemplo:
Pintaron las paredes del salón, cambiaron los muebles, y quedaron encantados.
También cuando esa conjunción está destinada a enlazar con toda la proposición anterior, y no con el último de sus miembros. Por ejemplo:
Pagó el traje, el bolso y los zapatos, y salió del centro comercial.
Siempre será recomendable su empleo, por último, cuando el periodo sea especialmente largo. Por ejemplo:
Los instrumentos de precisión comenzaron a perder su exactitud a causa de la tormenta, y resultaron inútiles al poco tiempo.
En una relación cuyos elementos están separados por punto y coma, el último elemento, ante el que aparece la conjunción copulativa, va precedido de coma o punto y coma. Ejemplos:
En el armario colocó la vajilla; en el cajón, los cubiertos; en los estantes, los vasos, y los alimentos, en la despensa.
Con gran aplomo, le dijo a sus compañeros que llegaría a las tres; a sus fans, que lo esperasen a las cinco; y logró ser puntual en los dos casos.
Se escribe una coma para aislar el vocativo del resto de la oración. Ejemplos:
Julio, ven acá.
He dicho que me escuchéis, muchachos.
Cuando el vocativo va en medio del enunciado, se escribe entre dos comas. Por ejemplo:
Estoy feliz, doctor, por el diagnóstico.
Los incisos que interrumpen una oración, ya sea para aclarar o ampliar lo dicho, ya sea para mencionar al autor u obra citados, se escriben entre comas. Son incisos casos como los siguientes:
a) Aposiciones explicativas. Por ejemplo:
En aquel momento Guerrido, el cónsul de Nicaragua, dijo que nos ayudaría.
b) Las proposiciones adjetivas explicativas. Por ejemplo:
Los vientos del sudeste, que en aquellas costas son muy frecuentes, incomodan a los turistas.
c) Cualquier comentario, explicación o precisión a algo dicho. Ejemplos:
Toda mi compañía, incluido el teniente, estaba de acuerdo.
Ella es, entre mis amigas, la más querida.
Nos proporcionó, después de tantos disgustos, una gran satisfacción.
d) La mención de un autor u obra citados. Por ejemplo:
La verdad, escribe un político, se ha de sustentar con razones y autoridades.
Cuando se invierte el orden regular de las partes de un enunciado, anteponiendo elementos que suelen ir pospuestos, se tiende a colocar una coma después del bloque anticipado. No es fácil establecer con exactitud los casos en que esta anteposición exige el uso de la coma. Pero frecuentemente puede aplicarse esta norma práctica:
a) Si el elemento antepuesto admite una paráfrasis con «en cuanto a», es preferible usar coma. Por ejemplo:
Dinero, ya no le queda. (Es posible decir En cuanto al dinero, ya no le queda).
b) Si, por el contrario, admite una paráfrasis con «es lo que» o «es el que», no se empleará coma. Por ejemplo:
Vergüenza debería darte. (Equivalente a Vergüenza es lo que debería darte).
También suele anteponerse una coma a una conjunción o locución conjuntiva que une las proposiciones de una oración compuesta, en los casos siguientes:
a) En las proposiciones coordinadas adversativas introducidas por conjunciones como pero, mas, aunque, sino. Ejemplos:
Podés llevarte mi cámara de fotos, pero tené mucho cuidado.
Re
cogieron muchas manzanas, aunque todas picadas por los pájaros.
b) Delante de las proposiciones consecutivas introducidas por conque, así que, de manera que... Ejemplos:
Prometiste acompañarle, conque ya puedes ir poniéndote el abrigo.
El sol me está dando en la cara, así que tendré que cambiarme de asiento.
e) Delante de proposiciones causases lógicas y explicativas. Ejemplos:
Es una estrella, porque tiene su propio camarín.
Están en el país, pues no los registró ningún puesto de migraciones.
Los enlaces como esto es, es decir, o sea, en fin, por último, por consiguiente, sin embargo, no obstante, además, en tal caso, por lo tanto, en cambio, en primer lugar, y también, a veces, determinados adverbios o locuciones que desempeñan la función de modificadores oracionales, como generalmente, posiblemente, efectivamente, finalmente, en definitiva, por regla general, quizás, colocados al principio de una oración, se separan del resto mediante una coma. Ejemplos:
Por consiguiente, no vamos
reformar el estatuto del periodista
No obstante, es necesario
tomar una resolución urgente.
Efectivamente, tienes razón.
Cuando estas expresiones van en medio de la oración, se escriben entre comas. Ejemplos:
Estas dos palabras son sinónimos, es decir, significan lo mismo.
Tales incidentes, sin embargo, no se repitieron.
Este tipo de accidentes están causados, generalmente, por errores humanos.
Si los bloques relacionados mediante estos enlaces forman parte de la misma oración compuesta escrita entre puntos, se suelen separar con punto y coma colocado delante del enlace, al que seguirá una coma.
En los casos en que se omite un verbo, porque ha sido anteriormente mencionado o porque se sobrentiende, se escribe en su lugar una coma. Ejemplos:
Olimpia perdió un partido; Cerro Porteño, el campeonato.
Los jubilados, por aquella ventanilla.
En matemáticas, un genio; para la música, bastante mediocre.
En las cabeceras de las cartas, se escribe coma entre el lugar y la fecha. Por ejemplo:
Buenos Aires, Argentina, 21 de noviembre de 2002.
Se escribe coma para separar los términos invertidos del nombre completo de una persona o los de un sintagma que integran una lista (bibliografía, índice ... ). Ejemplos:
BELLO, Andrés: Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos.
CUERVO, Rufino José: Diccionario de construcción y régimen de la lengua castellana.
. construcción, materiales de
. papelería, artículos de

Uso incorrecto de la coma
Debe evitarse separar el sujeto y el predicado mediante coma. Ejemplos de incorrección:
Las estanterías del rincón, estaban perfectamente orzanizadas.
Un desgraciado incidente, ocasionó la renuncia de la junta directiva.
Se exceptúan los casos en que media un inciso entre sujeto y predicado. Ejemplos:
La medicina preventiva, como ya ha quedado apuntado anteriormente, permitirá evitar la enfermedad en breve plazo.
La presencia de la protagonista de la película, que vestía un espectacular escote, produjo acalorados comentarios.

Uso de los dos puntos
Los dos puntos (:) detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue.
Se usan dos punto en los casos siguientes:
Después de anunciar una enumeración. Ejemplos:
Van a subastar tres manuscritos: uno de Borges, otro de Adolfo Bioy Casares y un tercero de Antonio Machado.
Tres son las provincias aragonesas: Huesca, Zaragoza y Teruel.
También para cerrar una enumeración, antes del anafórico que los sustituye, se utilizan los dos puntos. Ejemplos:
Natural, sana y equilibrada: así debe ser una buena alimentación.
Terremotos, inundaciones y erupciones volcánicas: esas son las principales catástrofes naturales.
Los dos puntos preceden a las citas textuales. En este caso, después de los dos puntos se suele escribir la primera palabra con inicial mayúscula. Ejemplos:
Las palabras del médico fueron: «Reposo y una alimentación equilibrada».
Ya lo dijo Descartes: «Pienso, luego existo».
Se emplea este signo de puntuación tras las fórmulas de saludo en las cartas y documentos. También en este caso la palabra que sigue a los dos puntos se escribe con mayúscula y, generalmente, en un renglón aparte. Ejemplos:
Querido amigo:
Te escribo esta carta para contarte...
Muy señor mío:
Le agradecer se sirva
tomar a su cargo ...
Se emplean los dos puntos para conectar oraciones o proposiciones relacionadas entre sí sin necesidad de utilizar otro nexo. Son varias las relaciones que se pueden expresar:
a) Relación causa-efecto. Ejemplos:
Se quedó sin trabajo: no podrá ir de vacaciones este verano.
No necesitaba correr: aún era temprano.
b) Conclusión o resumen de la proposición anterior. Por ejemplo:
Varios vecinos monopolizaron la reunión con problemas partículares: no llegaron a ponerse de acuerdo.
c) Verificación o explicación de la proposición anterior, que suele tener un sentido más general. Por ejemplo:
La paella es un plato de la cocina española muy completo desde el punto de vista nutritivo: cuenta con la fécula del arroz, las proteínas de sus carnes y pescados y la fibra de sus verduras.
Se utilizan los dos puntos para separar la ejemplificación del resto de la oración. Ejemplos:
A veces tiene comportamientos inexplicables: hoy vinoa la oficina en traje y con zapatillas.
Puedes escribir un texto sobre algún animal curioso: el ornitorrínco, por ejemplo.
En textos jurídicos y administrativos -decretos, sentencias, bandos, edictos, certificados o instancias-, se colocan dos puntos después del verbo, escrito con todas sus letras mayúsculas, que presenta el objetivo fundamental del documento. La primera palabra del texto que sigue a este verbo se escribe siempre con inicial mayúscula y el texto forma un párrafo diferente. Por ejemplo:
CERTIFICA:
Que Juan Domingo Petruzza ha seguido el Curso de Mimo celebrado en la Escuela de Artes Plásticas durante los meses de abril y mayo del presente año.

Uso del punto y coma
El punto y coma (;) indica una pausa superior a la marcada por la coma e inferior a la señalada por el punto.Se utiliza en estos casos:
Para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones complejas que incluyen comas. Ejemplos:
El chaleco es azul; los pantalones, grises; la camisa, blanca; y el saco, negro.
Cada uno de los grupos de trabajo preparará un taller: el primer grupo, el taller de cerámica; el segundo, el taller de telares.; el tercero, el taller de cestería.
Para separar proposiciones yuxtapuestas, especialmente cuando en estas se ha empleado la coma. Ejemplos:
Era necesario que el hospital permaneciese abierto toda la noche; hubo que establecer turnos.
La muchacha, gozosa, corría hacia su casa; sus padres acababan de llegar.
La situación económica de la empresa, agravada en los últimos tiempos, era preocupante; se imponía una acción rápida y contundente, si se deseaba salvar los puestos de trabajo.
A las cinco de la mañana aún había luz en su cuarto; seguramente, se había quedado dormido leyendo.
En muchos de estos casos, se podría optar por separar los períodos con punto y seguido. La elección del punto y seguido o del punto y coma depende de la vinculación semántica que exista entre las oraciones o proposiciones. Si el vínculo es débil, se prefiere usar un punto y seguido; mientras que, si es más sólido, es conveniente optar por el punto y coma.
También sería posible separar los mencionados períodos con dos puntos, puesto que casi siempre subyacen las mismas relaciones como fueron expresadas en los dos puntos.
Se suele colocar punto y coma, en vez de coma, delante de conjunciones o locuciones conjuntivas como pero, mas y aunque, así como sin embargo, por tanto, por consiguiente, en fin, etc., cuando los períodos tienen cierta longitud y encabezan la proposición a la que afectan. Ejemplos:
Su discurso estuvo muy bien construido y fundamentado sobre sólídos principios; pero no consiguió convencer a muchos de los participantes en el Congreso.
Los jugadores se entrenaron intensamente durante todo el mes; sin embargo, los resultados no fueron los que el entrenador esperaba.
Las últimas pruebas que han llegado de la imprenta parecen muy limpias; por tanto, creo que no tardaré mucho en revisarlas y devolverlas.
Si los bloques no son muy largos, se prefiere la coma. Ejemplos:
Vendrá, pero tarde.
Lo hizo, aunque de mala gana.
Si los períodos tienen una longitud considerable, es mejor separarlos con punto y seguido. Por ejemplo:
Este verano, varios vecinos del inmueble tienen previsto poner en venta sus respectivas viviendas. Por consiguiente, son previsibles numerosas visitas de posibles compradores.

Uso de los puntos suspensivos
Los puntos suspensivos (...) suponen una interrupción de la oración o un final impreciso. Después de los puntos suspensivos, cuando cierran un enunciado, se escribe mayúscula. Por ejemplo:
El caso es que si lloviese... Mejor no pensar cosa tan improbable.
Estamos ante un bosque mediterráneo de encinas, alcornoques, pinos... Bajo estos árboles es fácil encontrar níscalos en otoños lluviosos.
Cuando los puntos suspensivos no cierran un enunciado y este continúa tras ellos, se escribe minúscula. Por ejemplo:
Estoy pensando que... aceptaré; en esta ocasión debo arriesgarme.
Se usan los puntos suspensivos en los siguientes casos:
Al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el mismo valor que la palabra etcétera. Ejemplos:
Su tienda es como las de los pueblos, donde se vende de todo: comestibles, cacharros, ropas, juguetes...
Puedes hacer lo que te apetezca más: leer, ver la televisión, escuchar música...
Cuando se quiere expresar que antes de lo que va a seguir ha habido un momento de duda, temor o vacilación. Ejemplos:
Iré; no iré... Debo decidirme pronto.
Espero una llamada del hospital... Seguro que son buenas noticias. No sé... Creo que... bueno, sí, me parece que voy a ir
En ocasiones, la interrupción del enunciado sirve para sorprender al lector con lo inesperado de la salida. Por ejemplo:
Se convoco a unajunta, se distribuyeron centenares de papeles anuncíándola y, al final, nos reunimos... cuatro personas.
Para dejar un enunciado incompleto y en suspenso se utilizan los puntos suspensivos. Por ejemplo:
Fue todo muy violento, estuvo muy desagradable... No quiero seguir hablando de ello.
También se emplea este signo de puntuación cuando se reproduce una cita textual, sentencia o refrán, omitiendo una parte. Ejemplos:
En ese momento de indecisión, pensé: «Más vale pájaro en mano ...» y acepté el dinero.
El escolar recitaba muy solemne: «Con diez cañones por banda ... ».
Se escriben tres puntos dentro de paréntesis ( ... ) o corchetes [...] cuando al transcribir literalmente un texto se omite una parte de él. Por ejemplo:
Yo fui loco y ya soy cuerdo; fui don Quijote de la Mancha y soy agora Alonso Quijano el Bueno.
(Cervantes: Quijote, 11, LXXIV)

Combinación de los puntos suspensivos con otros signos
Tras los puntos suspensivos no se escribe nunca punto. Sin embargo, sí pueden colocarse otros signos de puntuación, como la coma, el punto y coma y los dos puntos. Ejemplos:
Cuando decidas los colores, las telas, el tipo de mobiliario .... ven a verme y haremos un presupuesto.
Pensándolo bien..: mejor que no se presente.
Ya habían llegado los libros, los ordenadores, el papel ... ; al día siguiente empezaría a trabajar
Los signos de interrogación o exclamación se escriben delante o detrás de los puntos suspensivos, dependiendo de que el enunciado que encierran esté completo o incompleto. Ejemplos:
¿Me habrá traído los libros?... Seguro que sí.
¡Si te dije que ... ! Es inútil, nunca haces caso a nadie.
Tanto la coma, el punto y coma y los dos puntos como los signos de interrogación y exclamación se escribirán inmediatamente, sin un espacio que los separe de los puntos suspensivos, tal y como muestran los ejemplos anteriores (Tales signos son los que imponen en estos casos el uso de la mayúscula o la minúscula en la palabra).

Uso de los signos de interrogación y de exclamación
Los signos de interrogación (¿?) y exclamación (i!) encierran enunciados que, respectivamente, interrogan o exclaman. Los primeros se utilizan para delimitar enunciados interrogativos directos; los segundos demarcan enunciados exclamativos, también en estilo directo, e interjecciones. Ejemplos:
¿Comisteis ayer en casa?
¿Dónde has comprado ese traje?
¡Eso es una injusticia!
¡Qué magnífica pintura!
¡Ay! ¡Eh! ¡Oh!
En la utilización de tales signos es preciso tener en cuenta estas consideraciones generales:
Los signos de interrogación y de exclamación son dos en cada caso: los signos que indican apertura (¿ i) y los signos que indican cierre (? !); se colocan al principio y al final del enunciado interrogativo y exclamativo respectivamente.
En castellano es obligatorio poner siempre el signo de apertura, que no deberá suprimiese a imitación de lo que ocurre en la ortografía de otras lenguas, en las que sólo se usa el signo final porque tienen otras marcas gramaticales que suplen el primero.
Después de los signos que indican cierre de interrogación o exclamación (? !) no se escribe nunca punto.
El signo de principio de interrogación (¿) o de exclamación (i) se ha de colocar donde empieza la pregunta o la exclamación, aunque no comience con él el enunciado. Ejemplos:
Con respecto al impacto ambiental, ¿se ha previsto algún tipo de medidas para que su efecto sea el menor posible?
Si consigues la plaza, ¡qué alegría se va a llevar tu padre!
Obsérvese cómo los vocativos y las proposiciones subordinadas, cuando ocupan el primer lugar en el enunciado, se escriben fuera de la pregunta o de la exclamación. Sin embargo, si están colocados al final, se consideran dentro de ellas. Ejemplos:
Susana, ¿has decidido qué vas a hacer? | ¿Has decidido qué vas a hacer, Sonia?
Pepe, ¡cuánto me alegro de que hayas venido! | ¡Cuánto me alegro de que hayas venido, Pepe!
Si no responde, ¿qué le vamos a decir? | ¿Qué le vamos a decir si no responde?
Cuando se escriben varias preguntas o exclamaciones seguidas y estas son breves, se puede optar por considerarlas oraciones independientes, con sus correspondientes signos de apertura y cierre, y con mayúscula al comienzo de cada una de ellas. Ejemplos:
¿Dónde estás? ¿A qué hora piensas volver?
i Quedan cinco minutos! i Llegamos tarde! i Date prisa!
Pero también es posible considerar el conjunto de las preguntas o exclamaciones como un único enunciado. En este caso hay que separarlas por comas o por puntos y comas, y solo en la primera se escribirá la palabra inicial con mayúscula. Ejemplos:
¿Cómo te llamas?, ¿en qué trabajas?, ¿cuando naciste?, ¿dónde?
¡Como ha nevado esta noche!; ¡qué blanco está todo!; iqué frío vamos a pasar hoy!
En ocasiones, se utilizan los signos de final de interrogación (?) o de exclamación (!) entre paréntesis.
a) El signo de final de interrogación entre paréntesis expresa duda o ironía. Ejemplos:
Andrés Sánchez López es el presidente (?) de la asociación.
Tendría mucha gracia (?) que llegara a la cita con un día de retraso.
b) El signo de final de exclamación entre paréntesis expresa sorpresa o ironía. Ejemplos:
Un joven de treinta y seis años (!) fue el ganador del con curso de composición.
Está más gordo que nunca, pero dice que solo pesa ochenta kilos (!) en la báscula de su casa.

Uso de los paréntesis
Los paréntesis son signos que encierran elementos incidentales o aclaratorios intercalados en un enunciado. Los paréntesis se usan en los siguientes casos:
Cuando se interrumpe el sentido del discurso con un inciso aclaratorio o incidental, sobre todo si este es largo o de escasa relación con lo anterior o posterior. Ejemplos:
El abuelo de Alberto (en su juventud fue un brillante cirujano) parecía una estatua sentado en aquel sillón.
Las asambleas (la última duró casi cuatro horas sin ningún descanso) se celebran en el salón de actos (para estos incisos también puede utilizar rayas).
Para intercalar algún dato o precisión: fechas, lugares, significado de siglas, el autor u obra citados... Ejemplos:
El año de su nacimiento (1616) es el mismo en que murió Cervantes.
Toda su familia nació en Córdoba (Argentina).
Una ONG (organización no gubernamental) ha de ser, por principio, una asociación sin ánimo de lucro.
«Más obran quintaesencías quefárragos» (Gracián)
En ocasiones se utilizan los paréntesis para evitar introducir una opción en el texto. En estos casos se puede encerrar dentro del paréntesis una palabra completa o solo uno de sus segmentos. Ejemplos:
En el documento se indicarán el (los) día(s) en que haya tenido lugar la baja.
Cuando se reproducen o transcriben textos, códices o inscripciones con abreviaturas, se pueden utilizar los paréntesis para reconstruir las palabras completas o los elementos que faltan en el original y se suplen. por ejemplo:
Imp(eratori) Caes (ari).
CON(federación) (Suda)ME(ricana) (de Fút)BOL
En la transcripción de textos se utilizan tres puntos entre paréntesis para dejar constancia de que se omite en la cita un fragmento del texto (en este uso suelen alternar con los corchetes). Por ejemplo:
Hasta aquí ( ... ) la obra visible de Menard, en su orden cronológico. Paso ahora a la otra: la subterránea, la interminablemente heroica, la impar También, ¡ay de las posibilidades del hombre!, la inconclusa. Esa obra (... ) consta de los capítulos noveno y trigésimo octavo de la primera parte del don Quijote y de un fragmento del capítulo veintidós.
(Jorge Luis Borges: ficciones)
Las letras o números que encabezan clasificaciones, enumeraciones, etc. pueden situarse entre paréntesis o seguidas del paréntesis de cierre. Ejemplos:
Estos libros podrán encontrarse en los lugares siguientes:
(a) En los estantes superiores de la sala de juntas.
(b) En los armarios de la biblioteca principal.
0 bien:
Estos libros podrán encontrarse en los lugares siguientes:
a)
En los estantes superiores de la sala de juntas.
b) En los armarios de la biblioteca principal.

Combinación de los paréntesis con otros signos
Los signos de puntuación correspondlientes al periodo en el que va inserto el texto entre paréntesis se colocan siempre después del de cierre. Ejemplos:
Tenía varios hermanos (era el primogénito de una numerosa familia), pero no los veía desde hacía años.
¿En qué año se creó la ONU (
Organización de las Naciones Unidas)?
El texto recogido dentro de los paréntesis tiene una puntuación independiente. Por eso, si el enunciado entre paréntesis es interrogativo o exclamativo, los signos de interrogación y exclamación se colocan dentro de los paréntesis. Ejemplos:
Ángel Peláez (sí supieses lo que opina sobre la ecología y los ecologistas, no te caería tan bien) es el nuevo responsable del proyecto.
La manía de Ernesto por el coleccionismo (Lo colecciona todo: sellos, monedas, relojes, plumas, llaveros ... ) ha convertido su casa en un almacén.
Su facilidad para los idiomas (¡habla con fluidez siete lenguas!) le ha abierto muchas puertas.

Uso de los corchetes
Los corchetes [ ] se utilizan por regla general de forma parecida a los paréntesis que incorporan información complementaria o aclaratorio. La combinación de los corchetes con otros signos ortográficos es idéntica a la de los paréntesis. Los corchetes se utilizan en las ocasiones siguientes:Cuando dentro de un enunciado o texto que va entre paréntesis es preciso introducir alguna nota aclaratorio o precisión. Por ejemplo:
Una de las últimas novelas que publicó Beníto Pérez Galdós (algunos estudiosos consideran su obra Fortunanta Jacinta [1886-87 ] la mejor novela española del siglo XIX) fue El caballero encantado (1909).
En poesía se coloca un solo corchete de apertura delante de las últimas palabras de un verso para indicar que no caben en la línea anterior. Ejemplo:
Soñaba en ese entonces en forjar un poema,
de arte nervioso y nueva obra audaz y suprema,

escogí entre un asunto grotesco y otro trágico,
llamé a todos los ritmos con un conjuro
[mágico

y los ritmos indóciles vinieron acercándose,
juntándose en las sombras, huyéndose y
[buscándose.

(José Asunción Silva: El libro de versos)

Cuando, en un texto transerito, el copista o editor quiere incorporar alguna parte que falta, aclaración, nota, desarrollo de una abreviatura o cualquier interpelación ajena al texto original, se usan los corchetes. Por ejemplo:
La nieve hermoseaba [texto tachado: los parques y edificios de] la ciudad aquella fría mañana de diciembre.
También se utilizan los corchetes que encierran tres puntos suspensivos [ ... ] cuando en un texto transcrito se omite una parte de él, ya sea una sola palabra o un fragmento. Por ejemplo:
Pensé en lo que usted me había enseñado: que nunca hay que odiar a nadie. Le sonreí para decírselo; pero después pensé que él no pudo ver mi sonrisa [ ... ] por lo negra que estaba la noche.
(Juan Rulfo: Pedro Páramo)

Uso de la raya
La raya o guion largo () se puede usar aisladamente, o bien, como en el caso de otros signos de puntuación, para servir de signo de apertura y cierre que aísle un elemento o enunciado.
Este signo se utiliza con los fines siguientes:
Para encerrar aclaraciones o incisos que interrumpen el discurso. En este caso se coloca siempre una raya de apertura antes de la aclaración y otra de cierre al final. Por ejemplo:
Llevaba la fidelidad a su maestro —un buen profesor— hasta extremos insospechados.
Esperaba a Emilio —un gran amigo—. Lamentablemente, no vino.
En este uso, las rayas pueden ser sustituidas por los paréntesis e incluso por comas. La diferencia entre una u otra opción depende de cómo perciba quien escribe el grado de conexión que el inciso mantiene con el resto del enunciado.
Para señalar cada una de las intervenciones de un diálogo sin mencionar el nombre de la persona o personaje al que corresponde. En este caso se escribe una raya delante de las palabras que constituyen la intervención. Por ejemplo:
—¿Qué has hecho esta tarde?
—Nada en especial. He estado viendo la televisión un rato
.

Para introducir o encerrar los comentarios o precisiones del narrador a las intervenciones de los personajes. Se coloca una sola raya delante del comentario del narrador, sin necesidad de cerrarlo con otra, cuando las palabras del personaje no continúan inmediatamente después del comentario. Por ejemplo:
—Espero que todo salga bien —dijo Azucena con gesto ilusionado.
Se escriben dos rayas, una de apertura y otra de cierre, cuando las palabras del narrador interrumpen la intervención del personaje y esta continúa inmediatamente después. Por ejemplo:
—Lo principal es sentirse viva —añadió Pilar—. Afortunada o desafortunada, pero viva.
Tanto en un caso como en el otro, si fuese necesario poner detrás de la intervención del narrador un signo de puntuación, una coma o un punto, por ejemplo, se colocará después de sus palabras y tras la raya de cierre (si la hubiese). Por ejemplo:
—¿Deberíamos hablar con él? —preguntó Juan—. Es el único que no lo sabe.
—Sí —respondió la secretaria—, pero no podemos decirle toda la verdad.
En algunas listas, como índices alfabéticos de libros o bibliografías, la raya sirve para indicar que en ese renglón se omite una palabra, ya sea un concepto antes citado o el nombre de un autor que se repite. Ejemplos:
Verbos intransitivos
— transitivos
— irregulares
— regulares

Ortega y Gasset, J.: España invertebrada (1920-22).
—: La rebelión de las masas (1930).
—: Idea del teatro (1946).

Uso de las comillas
Hay diferentes tipos de comillas: las comillas angulares, también llamadas latinas o españolas (« »), las inglesas (" ") y las simples ( ´ ` ). Por lo general, es indistinto el uso de uno u otro tipo de comillas dobles; pero suelen alternarse cuando hay que utilizar comillas dentro de un texto ya entrecomillado. Por ejemplo:
Al llegar el coche deportivo, Lola susurró: « Vaya "cacharro" que se ha comprado Tomas».
Se utilizan comillas en los casos siguientes:
Para reproducir citas textuales de cualquier extensión. Ejemplos:
Fue entonces cuando la novia dijo: «Sí».
Sus palabras fueron: «Por favor, el pasaporte».
Dice Miguel de Unamuno en La novela de don Sandalio:
«He querido sacudirme del atractivo del Casino, pero es imposible; la imagen de Don Sandalio me seguía a todas partes. Ese hombre me atrae como el que más de los árboles del bosque; es otro árbol más, un árbol humano, silencioso, vegetativo. Porque juega al ajedrez como los árboles dan hoja».
Cuando se ha de intercalar un comentario o intervención del narrador o transcriptor de la cita, no es imprescindible cerrar las comillas para volver a abrirlas después del comentario, pero puede hacerse. Para intercalar tales intervenciones, es preferible encerrarlas entre rayas. Por ejemplo:
« Los días soleados como este -comentó Silvia- me encantan ».
En textos narrativas, a veces se utilizan las comillas para reproducir los pensamientos de los personajes, en contraste con el uso de la raya, que transeribe sus intervenciones propiamente dichas. Por ejemplo:
-Es una mujer hermosa, hermosísima; si ustedes quieren, de talento, digna de otro teatro, de volar más alto ... ; si ustedes me apuran, diré que es una mujer superior -si hay mujeres así- pero al fin es mujer, et nihil humani...

No sabía lo que significaba ese latín, ni adónde iba a parar, ni de quién era, pero lo usaba siempre que se trataba de debilidades posibles.
Los socios rieron a carcajadas.

« ¡Hasta en latín sabía maldecir el pillastre!», pensó el padre, más satisfecho cada vez de los sacrificios que le costaba aquel enemigo.
(Clarín: La Regenta, cap. IV)

Para indicar que una palabra o expresión es impropia, vulgar o de otra lengua, o que se utiliza irónicamente o con un sentido especial. Ejemplos:
Dijo, cargado de razón, que el asunto tenía algunas «prorrogativas».
En el salón han puesto una «boiserie» que les ha costado un dineral
Últimamente está muy ocupado con sus «negocios».
Para citar títulos de artículos, poemas, cuadros.... Ejemplos:
El artículo de Amado Alonso titulado «Noción, emoción, acción y fantasía en los diminutivos » está recogido junto con otros en un volumen antológico: Estudios lingüísticos. Temas españoles.
Nos leyó en voz alta el «Romance sonámbulo» del Romancero Gitano.
En esta sala se puede ver el «Esopo» de Velázquez.

Cuando en un texto se comenta o se trata una palabra en particular, esta se aísla escribiéndola entre comillas. Por ejemplo:
Como modelo de la primera conjugación, se utiliza usualmente el verbo «amar».
Cuando se aclara el significado de una palabra, este se encierra entre comillas. En tal caso se prefiere utilizar comillas simples. Por ejemplo:
«Espiar» (‘acechar ’) no significa lo mismo que «expiar» las faltas.

Combinación de las comillas con otros signos
Los signos de puntuación correspondientes al periodo en el que va inserto el texto entre comillas se colocan siempre después de las comillas de cierre. Ejemplos:
Sus palabras fueron: «No lo haré»; pero al final nos ayudó.
¿De verdad ha dicho: «Hasta luego»?
¡Menudo «collage»!
El texto recogido dentro de las comillas tiene una puntuación independiente y lleva sus propios signos ortográficos. Por eso, si el enunciado entre comillas es interrogativo o exclamativo, los signos de interrogación y exclamación se colocan dentro de estas. Ejemplos:
Se dirigió al dependiente: «Por favor, ¿dónde puedo encontrar cañas de pescar? ».
« ¡Qué ganas tengo de que lleguen las vacaciones! », exclamó.

Otros signos ortográficos
La escritura del español también cuenta con otros signos auxiliares:

Diéresis o crema
La diéresis o crema ( ¨ ) es un signo que se coloca encima de las vocales en las siguientes ocasiones:
a) Para indicar que ha de pronunciarse la vocal u en las combinaciones gue y gui. En este caso, el uso de la diéresis es pre- ceptivo. Ejemplos: vergüenza, pingüino, argüir
b) En textos poéticos, la diéresis puede usarse colocada sobre la primera vocal de un posible diptongo, para indicar que no existe. De esa forma la palabra a la que afecta y el verso en que se incluye cuentan con una sílaba más. Ejemplos:
El dulce murmurar deste rüido,
el mover de los árboles al viento,
el suave olor [ ... ]
(Garcilaso de la Vega: Égloga 11)

Guion
El guion (-) es un trazo horizontal de menor longitud que el signo llamado raya. Se utiliza básicamente cuando es necesario hacer divisiones dentro de una palabra y no se escribe entre espacios en blanco.
Tiene diferentes usos.
a) Se utiliza para separar, en determinados casos, los dos elementos que integran una palabra compuesta. Hay dos situaciones dignas de mención:
1. Los compuestos de nueva creación formados por dos adjetivos, el primero de los cuales conserva invariable la terminación masculina singular, mientras el segundo concuerda en género y número con el nombre al que se refiere. Ejemplos: tratado teórico-práctico, lección teórico- práctica, cuerpos técnico-administrativos.
2. Cuando dos gentilicios forman una palabra compuesta, esta se puede escribir separando o no ambos elementos con un guion. Si el compuesto resultante se siente como consolidado, lo escribiremos sin guion. Ejemplos: hispanoárabe, francocanadiense. Si el compuesto no es sentido como unidad, puede escribirse con guion. Ejemplos: luso- japonés, hispano-ruso.
b) El guion sirve para dividir una palabra al final de renglón cuando no cabe en él completa. Para realizar esta división hay que tener en cuenta las consideraciones que se detallan más adelante.
1. Cuando la palabra contenga una h intercalada precedida de consonante, el guion se colocará siempre delante de la h, tratándola como principio de sílaba. Ejemplos: des - hidratar, in - humano.
2. Los dígrafos ll, rr y ch no se pueden dividir con guion, por representar cada uno de ellos un único fonema. Ejemplos: ca - llar, ca - rro, le - chuga.
3. Cuando en una palabra aparecen dos consonantes seguidas, generalmente la primera pertenece a la sílaba anterior y la segunda a la sílaba siguientes . Ejemplos: in - ten - tar, es - pal - da, es - to, suc - ción.
Los grupos consonánticos formados por una consonante seguida de l o r, como bl, cl, fl, gl, kl, pl, br, cr, dr, fr, gr, kr, pr, tr, no pueden separarse y siempre inician sílaba. Ejemplos: ha - blar, su - primir, de - trás, re - clamar, in -flamar.
4. Cuando tres consonantes van seguidas en una palabra, se reparten entre las dos sílabas respetando la inseparabilidad de los siguientes grupos consonánticos: los constituidos por una consonante más l o r vistos en el párrafo anterior, que siempre encabezan sílaba, y los grupos st, Is, ns, rs, ds, que siempre cierran la sílaba. Ejemplos: ham - bre, am - plio, in -flar, en - trar, des - gracia, ist - mo, sols - ticio, cons - tante, abs - tenerse, supers - tición.
5. Cuando son cuatro las consonantes consecutivas en una palabra, las dos primeras forman parte de la primera sílaba y las dos restantes de la segunda. Ejemplos: cons - treñir, abs - tracto, ads - cripción.
6. Es preferible no segmentar las palabras de otras lenguas al final de renglón, a no ser que se conozcan las reglas vigentes en los idiomas respectivos.
7. Las siglas y acrónimos, así como las abreviaturas, no pueden dividirse al final de renglón. Así sucede, por ejemplo, con UNESCO. Se admite la división en los acrónimos que han pasado a incorporarse al léxico general, escritos, en consecuencia, con minúscula. Ejemplos: lá - ser, ra - dar
c) Cuando se antepone el guion a una parte de una palabra (sílaba, morfema, etc.), indica que esta va en posición final. Ejemplos: -iIlo, -idad, -ar. Cuando se pospone el guion a esa misma parte, indica que esta va en posición inicial. Ejemplos: post-, re-, cant-. Si el elemento en cuestión se coloca entre guiones, se entiende que está en interior de palabra. Ejemplo:-ec-, -in-, -bl-.
d) El guion también se emplea para unir palabras con un valor de enlace similar al de una preposición o una conjunción. Ejemplos: la línea de metro Ventas-Cuatro Caminos, el partido Boca-River, una relación amor-odio.

Barra
La barra ( / ) tiene los siguientes usos (en informática también se utiliza la barra invertida [ \ ], es una variación permitida solo para esta materia y no tiene significado lingüístico):
a) Sirve para señalar el límite de los versos en los textos poéticos reproducidos en línea seguida. En este caso se escribe entre espacios. Por ejemplo:
¡Y si después de tantas palabras, / no sobrevive la palabra! / ¡Si después de las alas de los pájaros, / no sobrevive el pájaro parado! / ¡Más valdría, en verdad, / que se lo coman todo y acabemos!
(César Vallejo: Poemas póstumos)
b) En algunas trans cripciones de textos, se utiliza para señalar el cambio de línea en el original y también se escribe entre espacios. Por ejemplo:
QVINTA / PARTE DE FLOR / DE ROMANCES NVE / uos, nu[nlca hasta agora impressos: / Llamado Ramillete de Flores: / De muchos, graues, y diuer / sos Autores. Recopi / lados no co[n] po / co traba / jo
e) Tiene valor preposicional en expresiones como 120 km/h, Real Decreto Legislativo 1/2000 de 24 de marzo, salario bruto 220 000 pts./mes. En este uso se escribe sin separación alguna de los signos gráficos que une.
d) Colocada entre dos palabras o entre una palabra y un morfema, puede indicar también la existencia de dos o más opciones posibles . En este caso no se escribe entre espacios. Ejemplos:
El/los día/s detallado/s.
Es el tipo de bromas ylo mentiras piadosas que Inés no soportaba.
(Alfredo Bryce Echenique: La vida exagerada de Martín Romaña)
e) Forma parte de abreviaturas como c/ (por calle), clc (por cuenta corriente), etc.

Apóstrofo
El apóstrofo ( ' ) no tiene prácticamente vigencia en el español actual.
Este signo solía emplearse antiguamente, sobre todo en poesía, para indicar la omisión o elisión de una vocal. Ejemplos: d´aquel, por de aquel; l'aspereza, por la aspereza; qu´es, por que es. Este uso se conserva en algunas ediciones actuales de obras antiguas.
Los nombres propios de otras lenguas que incluyen apóstrofo, lo conservan. Ejemplos: O'Donnell, D'Ors, etc.

Signo de párrafo
El signo de párrafo (§) se emplea, seguido de un número, para indicar divisiones internas dentro de los capítulos. Ejemplos: § 12, § 23.
También se utiliza en las remisiones y citas de estas mismas divisiones. Por ejemplo: Véase § 16.

Asterisco
El asterisco (*) es un signo en forma de estrella que se utiliza con estas funciones:
a) Como signo de llamada de nota al margen o a pie de página dentro de un texto. En este caso se pueden situar uno, dos, tres y hasta cuatro asteriscos en llamadas sucesivas dentro de una misma página. En ocasiones, estos asteriscos se encie- rran entre paréntesis: (*).
b) Se antepone a una palabra o expresión para señalar su incorrección, bien en su uso o bien en su ortografía. Ejemplos: pienso *de que volverá tarde (forma correcta: pienso que volverá tarde); *cocreta (forma correcta: croqueta); *a grosso modo (forma correcta: grosso modo).
e) En Lingüística histórica, antepuesto a una palabra, indica que se trata de un vocablo hipotético, resultado de una recons- trucción. Ejemplos: *bava, *appariculare.
d) El asterisco puede tener también otros valores circunstanciales especificados en un escrito o publicación concretos.

Llaves
Las llaves { } constituyen un signo doble que encierra texto, aunque también se pueden utilizar de forma aislada.
En ambos casos, estos signos se utilizan en cuadros sinópticos y esquemas para agrupar opciones diferentes, establecer clasificaciones, desarrollar lo expresado inmediatamente antes o después, etc.

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La puntuación y el uso de los símbolos

Los "malditos" gerundios

El estilo de cada medio


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Los "malditos" gerundios

El adverbio modifica al verbo. Si escribimos: "Deportivamente, dice que le gusta el fútbol", estamos expresando que su forma de decir es "deportiva", que dice de manera deportiva.
Y el temido gerundio también es un adverbio, por lo tanto, modifica al verbo principal y debe expresar simultaneidad o anterioridad, pero nunca posterioridad. Jamás debe emplearse modificando al sustantivo.
Hay una corriente periodística que sostiene que están "prohibidos". Y aunque su abuso no es bueno, son parte de la lengua castellana y por lo tanto, lícitos. El tema es usarlos correctamente.

El gerundio, forma verbal no personal, simple o compuesta (amando, habiendo amado), no resulta fácil de utilizar. Si es simple equivale a un adverbio, complemento circunstancial de un verbo al cual complementa, o bien puede funcionar como un verbo pleno. En el primer caso su función adverbial es comprobable en ejemplos como "Se marchó silbando", donde el gerundio silbando es semejante al adverbio "alegremente". En el segundo caso, es decir, como verbo, puede constituir oraciones independientes mediante perífrasis con la ayuda de verbos auxiliares:
"Está nevando", "Siempre anda metiéndose en líos", etc.
Pero hay que tener cuidado cuando un gerundio complementa a un sustantivo o pronombre porque puede prestarse a equívoco. Así, por ejemplo, si digo: "He visto a tu hermano entrenando", ¿quién estba entrenando? ¿yo o tu hermano?
También es incorrecto usar el gerundio con valor de adverbio, calificando o determinando a un sustantivo. "Encontré una caja conteniendo viejas camisetas", "Volcó un cajón transportando explosivos", "Tiene un perro siendo cojo", son expresiones que deben sustituirse respectivamente por "que contenía", "que transportaba" y "que es".
Además, el gerundio expresa una acción -es forma verbal- y esta acción tiene que ser simultánea o anterior a otra principal. Por ejemplo, "Te cansarás subiendo las escaleras" (simultánea); "Dando un agudo grito, se quedó luego paralizado" (anterior). Si la acción del gerundio es posterior, conviene evitar este uso. Frases como "Se cayó del árbol rompiéndose una pierna" o "Tomamos el tren dirigiéndonos a Caracas" se consideran muy poco elegantes en la lengua española.
En cuanto al gerundio compuesto debemos señalar que nunca forma oraciones independientes y, como cláusulas subordinadas que son, adquieren distintos valores (temporales, condicionales, concesivos, causales, etc.), a la vez que expresan acciones perfectivas o terminadas: "Habiendo estudiado un poco más, habrías aprobado el examen" (Si hubieras estudiado, valor condicional), "Habiendo dado las doce, se fueron a la cama" (después de dar las doce, valor temporal).

Tres trucos para evitar el mal uso del gerunido
El gerundio es una forma verbal impersonal que expresa simultaneidad de la acción con el tiempo en que se habla. Existen tres reglas básicas que evitan su mal uso gramatical.
Primero, debemos asegurarnos que el sujeto del gerundio coincide con el sujeto de la oración principal.
Normalmente, todo verbo tiene un sujeto que es quien realiza la acción. Los verbos escribo, escribes, escribe, escribimos, etc. tienen en los pronombres yo, tú, él, nosotros... sus sujetos gramaticales. En cambio, el gerundio al ser impersonal puede tener cualquier sujeto.
"Cortázar escribe improvisando como un músico de jazz".
En esta frase se interpreta que Cortázar escribe y, además, improvisa. Para ambos verbos, el sujeto es el autor de "Rayuela". Un uso incorrecto sería: "Nos encontramos con los escritores emborrachándose".
En este caso nosotros nos encontramos con los escritores, pero nosotros no estábamos emborrachándonos, sino ellos. Lo correcto sería decir: "Nos encontramos con los escritores que se estaban emborrachando".
Un segundo truco. La acción del gerundio debe realizarse al mismo tiempo (o antes) que la acción del verbo principal. De esta forma, hay que evitar el tan nombrado gerundio de posterioridad. La acción del gerundio debe ser anterior o simultánea a la del verbo principal. Así, es incorrecto decir:
"Escribieron la carta dejándola sobre la mesa".
El hecho de dejarla sobre la mesa es una acción posterior, al contrario que en este caso: "Se contagiaron la gripe caminando bajo la lluvia sin paraguas".
Este uso sí es correcto porque ambas acciones se realizan al unísono. Como truco, si utilizamos el adverbio MIENTRAS... deducimos si los dos verbos se dan de forma simultánea:

Se contagiaron la gripe MIENTRAS caminaban bajo la lluvia
Tercer truco, la acción que expresa el gerundio debe interpretarse como una circunstancia (tiempo, modo o condición) de la acción del verbo principal.
La receta es sencilla. Si el gerundio expresa en qué momento, de qué modo, por qué motivo, o con qué condición se da la acción del verbo principal sí se puede utilizar esta forma verbal. Si no responde a ninguna de estas cuatro preguntas, no puede utilizar.
"Me lo contó escribiendo".
¿Cómo me lo contó? Pues escribiendo. El gerundio responde a la pregunta ¿cómo?

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El estilo de cada medio

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El estilo de cada medio

Comentábamos la semana pasada que cada periodista tiene o irá formando su propio personal, con sus características y señas propias. Nunca terminan de aprenderse nuevos recursos para describir mejor lo que se ve. Pero también cada medio impone su propio estilo, el que muchas veces choca con el del redactor.
Sin apartarse del uso del castellano, hay diarios y revistas que prefieren determinadas formas a otras. Algunos medios dejan sentadas estas preferencias en lo que llaman "Manual de estilo", un compendio de normas que el redactor deberá respetar para unificar criterios y delinear una determinada manera de escribir que identifique a la publicación.
En la quinta semana tendremos como ejemplo algunos postulados del Manual de Estilo del diario madrileño El País, uno de los periódicos mejor editados del mundo hispano.

Nombres rigurosos
¿Cómo se llama una persona? ¿Cómo se pronuncia su apellido? Lo mejor para escrinirlo correctamente es preguntárselo al protagonista mismo. ¿Es Daniel Passarella o Pasarela? ¿Helmut Schoen o Schön? ¿Bin Laden o Ben Laden? Ser riguroso con los nombres de los nos dará mayor credibilidad como periodistas.
Lo mismo pasa con los nombres de los partidos políticos, los clubes o los grupos musicales. Confundir una letra puede hacer que hablemos de instituciones diferentes, como ocurre con los clubes alemanes Bayer (de Leverkusen) y Bayern (de Munich).

Apodos y adjetivos
La regla del uso de los apodos la impone cada medio. Pero es claro que más allá de la publicación para la que se escriba, el área deportiva es la que permite en mayor medidallamar a los protagonistas por los apodos. También puede darse una mayor libertad de redacción en las secciones de espectáculos. En las páginas de política difícilmente se hable del "Turco" Menem o del "Chino" Fujimori, pero las deportivas permiten mencionar al "Bati", al "Chapulín" Romario o a "Mano de Piedra" Durand. Lo mismo ocurre a la hora de buscar variantes para no repetir los adjetivos gentilicios (los que indican nacionalidad o lugar de nacimiento), y aunque está aceptado, no todos los mexicanos son "charros" ni "aztecas", ni todos los argentinos son "gauchos", ni todos los peruanos son "incas". Del mismo modo, para acotar el uso de imágenes remanidas, los brasileños no viven bailando samba ni todos los colombianos son parientes de Juan Valdés.
Con los adjetivos pasa lo mismo que con los apodos, su uso es más extendido y consentido en las secciones deportivas. Pero con uno por frase está bien, ya que se suele caer en la sobreadjetivación innecesaria, un vicio bastante amplio en la lengua castellana. No es raro leer oraciones de este tipo: "fue un gol fantástico, supremo, majestuoso". Algo similar suele cometerse con los verbos, que para resaltar una acción se suman uno detrás de otro, inútilmente: "Alianza se defiende, se protege, se cuida", o "Francia presiona, empuja, mete atrás al fondo italiano". Con un solo verbo alcanza.
El género deportivo tiene sus particularidades y sus licencias dentro del periodismo. Hay un permiso mayor para el uso de metáforas, la incursión en diferentes campos semánticos, el empleo de apodos, etc. Pero esa libertad para "volar" con el idioma suele aterrizar en el "lugar común", la frase hecha.


Traducciones y castellanizaciones
Según la política de cada medio, o el estilo impuesto por el editor, tendremos que escribir volley o vóleibol, default o cesación de pagos, y también The Beatles o Los Beatles, Sao Paulo o San Pablo, Napoli o Nápoles. La regla general más apropiada es la que indica que los nombres propios no se traducen. Hay excepciones, claro; el problema aparece cuando se pasan por alto por ignorancia. Los nombres de los países tienen todos un equivalente en castellano (aunque todavía hay que consultar el diccionario para escribir Kazajstán, Kazakhstan, Kazaquistán..., lo mismo que las otras repúblicas ex soviéticas. Las ciudades deben mantenerse en su idioma original, salvo London (escribiremos "Londres") y las nórdicas como Stokholm (en español "Estocolmo") o Køvenhavn ("Copenhague"). Y debemos prestar especial atención a las ciudades chinas, coreanas y demás orientales, que por traducción fonética pueden tener más de una traducción escrita: pasó en notas de medios importantes que tomaron a Beijing y Pekín como dos ciudades diferentes, cuando son dos traducciones diferentes de la capital de China. Lo mismo pasa con la coreana Pusán o Busán o la india Benarés o Baranasi, por ejemplo.
Es común, sobre todo en algunos medios españoles, que se traduzcan los nombres propios. Pero más allá de que nos permitamos llamar "Carlitos" a Charles Chaplin, debemos mantenerlos en su lengua de origen. ¿O alguien leyó alguna vez sobre Pablo McCartney y Juan Lennon? Obviamente no, como tampoco podemos hablar de Miguel Jordan, Adolfo Hitler, Alejandro Del Piero o Jorge Bush.

Malas palabras e insultos
Según el país se las llama "malas palabras" o "palabrotas". También depende del lugar en que se digan o escriba, están más o menos admitidas y pueden resultar más o menos ofensivas. Lo mejor es que el periodista no las use, pero sí las refleje tal cual cuando forman parte de una declaración encomillada y responden a una frase textual de un entrevistado. Es una pacatería pasada de moda escribir "hijo de p..." o "la c..... de su madre". Si se decide (o el medio permite) escribirlas, se debe hacer con todas las letras.

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Por favor, tratemos de cumplir con las fechas

Para el miércoles 27 de noviembre:

Un ejercicio de edición para ir tomando clima de redacción. La semana pasada tuvieron que redactar una presentación personal en tercera persona en 3.000 caracteres. Ahora deberán armar dos versiones más, partiendo siempre del original: la primera en 1.000 caracteres y la segunda en 5.000.


Para el viernes  29 de noviembre:
Dar forma al texto con comas, puntos, comillas, dos puntos, guiones, signos de interrogación, paréntesis, etc.:

Cree está seguro que una estrella alumbra sus secuencias de visa entonces no lo duda si vuelvo a nacer vuelvo a ser el mismo Roberto Cabañas futbolista porque el fútbol circula por mis venas alguna vez allá en el norte lejanísimo vacío de todo vacío le tocó llorar sostiene que esa estrella lo guió nada de dejarse tumbar por la desesperación y pegar la vuelta había saltado de la quietud costumbrista de Pilar su pueblo natal al deslumbramiento fagocitador de Nueva York de aquel equipo local llamado Capitán Bado donde a los 14 años debutó en Primera con la osadía de convertir dos goles en un clásico al famoso Cosmos el Cosmos de Pelé aunque ya no estaba Pelé sí estaban el alemán Beckenbauer el brasileño Carlos Alberto el holandés Neeskens el italiano Cinaglia y Uzandizaga modestamente el paraguayo Cabañas
Ya conocía el fútbol grande alguien supo detectarlo en Pilar una localidad fronteriza con la argentina Formosa de ocho a diez mil habitantes le cuesta precisarlo y lo invitaron a un entrenamiento de la selección juvenil paraguaya hizo cuatro goles y lo incorporaron de inmediato después jugó el Sudamericano de Montevideo y el Mundial de Japón ganado por la Argentina de Maradona y Ramón Díaz todo vertiginosamente en 1979 ese año me marcó dice es que también llegó el pase a Cerro Porteño de Asunción uno de los dos equipos más importantes de Paraguay junto con Olimpia y como regalo del destino su inclusión en la selección que conquistó la Copa América en Buenos Aires
Menos de un año en Boca Juniors le bastó a Cabañas para ocupar un espacio propio en el fútbol argentino para muchos fue el personaje que faltaba encuadre cuyo límite convocaba opuestos la aceptación que rozaba la idolatría tradúzcase simpatizantes de Boca o el rechazo visceral hinchadas rivales muy especialmente la de River Plate antes y después del superclásico inolvidable de 1992 Cabañas había implorado ser amado por los de Boca y odiado por los de River sabe que lo consiguió tras ese partido las acusaciones que solía recibir se habían agigantado hasta la polémica nacional los jugadores riverplatenses no ahorraron dialéctica para atacarlo sucio provocador juega con mala intención busca lesionar adversarios desleal argumentaron cuando un cronista radial le deslizó a Sergio Berti autor del primer gol de River que le había pegado fuerte el volante respondió con una pregunta a quién a la pelota en el gol o a Cabañas y con una sonrisa de mejilla a mejilla él mismo se contestó a Cabañas
Varios días después Cabañas procuró minimizar aquellos episodios consideraba que aquel River-Boca era historia archivada ya lo olvidé tengo cosas más importantes en que pensar y especificaba roles es el árbitro quien debe juzgar si soy sucio o no aquí en la Argentina me expulsaron una sola vez a mí me pegan y nunca lloro pero los defensores no están acostumbrados a que los delanteros devolvamos los golpes si me tildan de agresivo es problema de ellos diez años después de aquel derby inolvidable la memoria del paraguayo sigue intacta recuerda cada hecho como si hubiera ocurrido ayer la charla con el ídolo guaraní se terminaba cuando un periodista metió el dedo en la herida al margen de aquel partido es cierto que una vez recibió dinero para no jugar al máximo en un partido decisivo de la selección paraguaya la lengua puede con todo reflexiona qué puedo decir yo fui honesto y no tengo manera de evitar que digan lo que se les antoja

Una vez que haya recibido las respuestas o resoluciones de estas tareas, las iré publicando en el aula, para que todos opinemos, compartamos, discutamos, aprendamos y saquemos conclusiones.

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Próximo encuentro, en el chat: jueves 28 de noviembre, a las 18.00 de Argentina.

Para consultar qué hora es en cada ciudad: http://www.periodismo.net/hora.shtml

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